Cómo se comporta la vida...

La vida (latín, vita) es un ciclo, una ruleta, un sueño, una conspiración... existen muchos seudónimos para la vida... lo cierto es que es solo una vida (al menos hasta lo que se conoce, ningún humano a regresado a decirnos que, precisamente, regresó y ésta es su segunda vida)

¿vida? Es algo abstracto, que poco a poco, el ser humano la convierte en concreto... las acciones, las experiencias, los momentos marcan la división entre lo abstracto y lo concreto... se vive sin manual, por lo que el ser humano por lo general experimenta hasta encontrar aquello que le da sentido a lo que desconoce sobre cómo vivir y lo convierte en algo habitual...

esa habitualidad es lo que de cierta forma crea placer y una relación de sinapsis que va más allá del cerebro y se traslada a las emociones alojadas en el corazón...

¿Qué ocurre con la vida cuando se pierde la habitualidad? lo primero es que se pregunta, ¿vida, quién dijo? y llega el bendito ¿por qué? junto a la constante búsqueda de respuestas que nunca llegan... ya no está aquello que era clave en la vida, aquello que fue el motor para tantas experiencias, emociones, momentos; justo lo que convirtió lo abstracto de la vida en concreto...

¿Qué ocurre si ya no está lo que convirtió la vida en concreto?... no hay regreso a lo abstracto... hay un cambio, un renacer, pero esta vez no desde cero...
y eso cómo se logra... sencillo, nuevamente, no hay manual...

Perdone los inconvenientes, si no comprendes:

SEGUNDO MANUAL EN CONSTRUCCIÓN

Rol de la mujer en el matrimonio del Siglo XXI

Rol de la mujer en el matrimonio del Siglo

XXI

La mujer como protagonista de cambios sociales

La mujer en el siglo XXI acarrea cambios sociales, personales, profesionales y domésticos que la caracterizan y la diferencia de mujeres en siglos pasados.

El matrimonio es uno de los factores que provoca cambios en la vida de quien decida tomar este rumbo, establecido por la sociedad. Siglos atrás, la mujer, en el matrimonio, se limitaba solo a las tareas domésticas y a atender a su marido y sus hijos. Pues el campo laboral solo le pertenecía al hombre. Se percibía una mujer subordinada a su marido. La mujer ha ocupado como regla general una posición subordinada con respecto al hombre en las sociedades que anteceden a la actual, ligada a una determinada estructura familiar que diferenciaba los roles de género. Durante mucho tiempo la vida de mujer se limitó sólo a la procreación, la crianza de los hijos, las tareas domésticas y a los trabajo artesanales.

En la actualidad, se ha demostrado mediante estudios que la mujer matiene un doble rol en el matrimonio: madre y profesional. luego de la Segunda Guerra Mundial la mujer se introdujo en el campo académico, universitarios y laborales. Actualmente, tras los problemas económicos que se enfrentan, la mujer ha tenido que igualar sus condiciones laborales y profesionales con las del hombre, para poder llevar el sustendo del hogar. La preparación académica y la situación laboral han llevado a que la mujer mantenga autonomía en cuanto a las tareas domésticas, la crianza de los hijos y el sustento económico. ¿Es justo el doble rol? ¿Es justo que el doble rol sólo pertenezca a la mujer? ¿Dónde queda el hombre?

Esto puede ser la explicación de que las mujeres de cualquier clase social desean que los hombres participen en una división equitativa del trabajo doméstico y con los niños . Sin embargo, la realidad es totalmente distinta a lo que ellas quieren; puesto que la división de tareas en el hogar permanece arraigada a la práctica e ideología que ha establecido la sociedad, promulgando que tanto las tareas domésticas y el cuido de los niños pertenecen a la mujer.

Mujer profesional en el matrimonio: Aún cuando la responsabilidad por las tareas domésticas continúan recayendo sobre la mujer, a partir de la Revolución Industrial y de la Segunda Guerra Mundial en el siglo XIX hasta la actualidad, se le suma el trabajo fuera del hogar la responsabilidad de la mujer. Hoy día las mujeres trabajan tanto como los hombres, pero en algunos casos éstas, por su preparación académica, se convierten en el principal proveedor. Por lo tanto, la mujer de hoy es un ser integral que cumple con un triple destino en el matrimonio: ser compañera, madre y profesional.